Salamanca Baby Friendly

Hace un par de fines de semana estuvimos con los frikerizos en Salamanca, comiendo como auténticos orcos y disfrutando de un tiempazo y unos paisajes de cuento.

Teníamos ganas de hacer una escapadita. Mrs P. se puso en contacto con @BabyRural, que nos recomendó, entre otras, la casa rural Candela y Plata en Puerto de Béjar, Salamanca.

casa_Candela-y-Plata

Cómo ya cuentan los frikerizos en su post, la casa no podía ser más bonita y Cristina, su dueña, más encantadora. Nos trató con muchísimo cariño y atención. Nos aconsejó lugares donde comer y cositas que hacer por la zona para ir con los peques.

El sábado, tal cual llegamos dejamos los bártulos y nos fuimos como lobos a Hervás, un pueblito que Cristina nos había recomendado para comer carnaca en La Vaca Brava.

Yendo hacia el sitio, tuvimos que parar en una especie de feria que había en el pueblo, porque vimos unos panes, unas hogazas, taaaan ricas que dijimos «¡Pa la merienda!». Somos orcos con denominación de origen como veis, jajajaja

Porque iba con Becky a mi lado, que le hubiera echado mano a la superhogaza que pillamos… ¡Gensanta qué hambres nos gastábamos!

Pedimos como solo los orcos piden, a lo bestia, y los platos no nos defraudaron. ¡Qué pasada! Estaba todo delicioso, a destacar el secreto ibérico que quitaba el sentido (y estar al lado de la chimenea y comer como una bestia parda, también quitaba el sentido, jajajaja)

hervas

El paseo postcomilona era más que obligado. El pueblo precioso… Pero ojocuidao con las cuestecitas. Cero baby friendly!! (por los carritos, digo)

Entrada la tarde volvimos a la casita rural para bañar a las fieras y jugar un poco en la fantástica sala de juegos que tiene la casa. ¡Qué de cosas chulas! El gordo se agenció un volante de juguete (ideón para estas navidades, jiji) y la Chewy varios Action Man desnudicos a los que paseaba en una sillita de paseo rosa con todo el amor que solo la padawan sabe ofrecer a un Action Man relegado a un cajón de juguetes 😛

También gané una partida al dominó de animales a Mr. P 😉

La cena tuvo lugar en la misma casa rural y solo puedo decir que estaba deliciosa. Si el gordo no hubiera vomitado la tortilla francesa (es un ansia viva y se la zampó demasiado rápido) hubiera disfrutado más, jajaja, pero con los niños ya se sabe, cada día es una aventura 😛

Nuestras habitaciones estaban comunicadas, cosa que me parecía superdivertida. Me imaginaba hablando hasta las mil, contando chistes, e incluso cantar en play-back… Ilusa de mi. Somos unos orcos viejunos y unos muertosmataos. Esto es así y los pimientos son asaos… Vamos que nos quedamos desnucados los cuatro durmiendo a los gormitis de nuestros hijos…

Por la mañana yo me levanté con un hambre que daba calambre. Cuando bajamos a desayunar y vi todas las cositas ricas que Cristina nos había preparado, se me volvieron los ojos del revés… ¡No sabía por donde empezar! Y el gordito que no tenía nada en el estómago, imaginaros… ¡Devoramos!

Para aprovechar el domingo, Cristina y su marido nos recomendaron una ruta para ir con los peques a cuestas. Nos dejaron una mochila pal gordi, que aunque al principio se resistía a subir, después no le quedó otra que asumirlo e incluso en algún momento le vi hasta cabecear. La Chewy, frita, oiga.

La ruta por el campo estuvo genial, hacía un día precioso de invierno, con un sol enorme, el cielo despejado y los colores del otoño se veían especialmente vibrantes.

Como ya os imaginareis, a la vuelta de nuestra ruta, a parte de la espalda pa los pollos que se le quedó al papuchi de Óscar, estábamos caninos.

candelario

Cargamos el coche, nos despedimos de Cristina, e incluso del baby gatito que pululaba por el jardín de la casa, y nos fuimos a Candelario, otro pueblo chulísimo que no podéis dejar de visitar si vais por la zona.

Fuimos a comer a El Ruedo, un sitio donde comimos muy muy bien, altamente recomendable. Antes de volver a los madriles, dimos una vuelta por el pueblo para bajar la comida. Hacia una tarde estupenda como veis en las fotos ¡No parecía un domingo pre-lunes petardo!

Una escapada de 10, el lugar idílico, la meteorología amable, la comida generosa y la compañía, inmejorable 😉

18 comentarios en “Salamanca Baby Friendly

  1. Ya lo vi en el blog de los frikerizos. Tiene una pintaza. Y ya véis lo bien que se come por Extremadura. Si alguna vez os animáis a bajar un poco más os espero por Mérida, váis a saber lo que es comer como orcos de verdad.

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  2. Veo mucho sufrimiento reprimido entre líneas, dolor, angustia… sé que escribes todo esto así para desahogarte causando ENVIDIA de la mala, verde y pegajosa al personal.
    Pero no pasa nada Suu, te arroparemos y mientras te abrazamos aprovecharemos para robarte un filetaco del plato, que con ese ínfimo tamaño que tenía seguro que ni te das cuenta de su ausencia 😀

    Mencanta la reviú del finde, que gusto da leer lo a gustico que estuvieron. Besetes!

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    • JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA XDDDD
      Me paaarto XDDD… El dolor vino el lunes con el supermadrugón y el superardor, jajajaja, que una ya es una viejuna y estos excesos me pasan factura… ¿Contenta ya? jajajajajajaja

      ¡Gracias guapísima!

      MUAAAAA

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  3. ¡¡Qué bueno!!
    ¡¡Cómo me gustan eso paisajes y colores otoñales!!
    Y por cierto, hermosos,.. ya vale de generarme necesidades y ponerme verde de envidia-de-la-mala.. ¡¡hombre ya!!
    Como alegato final, diré que en esos entornos tan idílicos, sólo se puede comer así.. por aquello de los flujos de energía y esas cosas… jajajaja
    Bss mil para tooodos!!

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  4. Que bonito!!!!!!! y que panzá de salivar mientras leía, ríome yo de paulov y su perro!!!!!
    Oye que me has levantao las antenillas de «que guay viajar así con un baby» y es que no sabía de la existencia de Babyrural.

    Besos (vaya vidorra que se pega!!!-léase diciendolo por lo bajini mientras que me voy de esta casa)

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