
Si crees que este post va de algo mínimamente parecido a la imagen anterior, te invito a que dejes de leer porque nada más lejos.
Llega el verano, y con él la operación bikini. Nunca hago dieta, y tampoco he sido carne de gimnasio, aunque carnes blandurris tengo y confieso que me he apuntado alguna vez (amiga mediante, que yo voluntad cero).
Pero una madre como yo de un miniser de 16 kilámenes, ¿Para qué carajo quiere ir al gym?? Si lo tiene todo en casa… Bueno (mi espalda me dice que no tanto…), no se, pero bonito y barato, un rato…

Empezamos la mañana tonificando el culámen, brazos y las piernas en un ejercicio de 15 minutos (aprox.) cuesta arriba empujando un peso equiparable a un par de mancuernas de las chungas… Mientras el miniser que es empujado se zampa su bizcocho y suelta grititos cada vez que ve un pajarillo, feliz y ajeno al esfuerzo y axilas sudorosas (sí, sudo cosa mala, estigma mío u.u’) de su progenitora.
Descanso de ejercicio (sentada frente al ordenador alrededor de 6 horacas…) hasta la tarde que voy a buscar al bollito, otra vez cuesta arriba (esta vez carrito vacío, clarostá). El gordo me ve y se lanza hacia mi como un Miura y mi cuerpo vuelve a tensarse y a prepararse para el ejercicio:

Y por fin entiendes aquella fórmula de física taaaaan bien, taaaan sentida en esos músculos, esos que no sabías ni que tenías…
No se vosotros, pero yo con 30 minutos al día con arrebatos puntuales de amor y frenesí gordil ya tengo suficiente.
Para aquellos que quieran entender mi idiosincrasia, este monólogo con mi experiencia en el gimnasio puede arrojar algo de luz (*). Pésima… E hilarante a partes iguales. pero real como la vida misma, I promise U, que tengo testigos (angelicos, vivir con semejante recuerdo). Nunca me he sentido más «Paco, vente pa’Alemania».
Me quedo, sin duda, con mi gimnasio de madre, mi gordo relleno y mis brazos popeyiles (el culo es el que se resiste a ponerse terso, el joío) ^^
(*) Tontás que hace una… Si no entendéis una mierda al principio es normal, estaba muy nerviosa, no había micro y me embalé más de la cuenta…