El segundo

Ya me habían hablado de que el segundo lo va recogiendo todo del primero. La ropa, los juguetes… y hasta las ganas de los padres. Que no es que no tengamos ganas de comernos a besos a nuestro chinorri gordaco #2, que no, pero que vamos con más flojura, ya te lo digo yo que sí.

Me explico: Flojura en la mandanga esta de la crianza, palabro en el que te estrenas con aprensión y miedete con el primero. Flojura en cuanto que M(P)aternidad ya no te viene de nuevas. Y ojocuidao que siempre hay cosas que te son nuevas, básicamente porque el nuevo miniser es diferente al mayor.

Flojura de vida es la que llevamos, oiga. Con el primero recuerdo noches que ponía la mano encima de la naricilla del baby mientras dormía para ver si respiraba, asomada a la minicuna con cara de loca, con los ojos muy abiertos, mezcla de cansancio y sueño y locura transitoria. Con el segundo, si después de cada toma le cambiamos el pañal, ya es todo un hito.

Vale que para que vivamos en este flow es necesario tener un perro pachón como tenemos por bebé, que come-caga-duerme-sonríe en un bucle infinito, vale. Pero en general uno ya va más relajado, porque ha estudiado para el examen.Desde mi experiencia os confesaré que con el segundo se te olvida todo. Vale que se llevan más de cuatro años, los suficientes como para que tu cabeza resetee, y los necesarios para acordarte de lo básico, de lo primario, de lo esencial: de disfrutarlo, no de sufrirlo.

Hay cosas que no se olvidan. Ahora bien, lo de despertarse por las noches, una quiere olvidarlo, pero claro, no es tan fácil. Pero también lo haces con flojura. Primero pruebas a ponerle el chupe cuando el miniser se queja. Luego, una caricia aérea. Después un ea-ea. E igual a la tercera vez que se mueve inquieto, ya si eso te levantas y le haces un bibe. Madre desnaturalizada y floja.

Con respecto al primero veo taaantas diferencias…

1.- Para empezar, yo misma soy diferente (más viejuna, y más sabia)2.- La casa está llena de fotos de Óscar; de Éric creo que solo hay una. E impresa en papel. 

3.- Con el primer hijo, todo fueron regalos. Con el segundo, casi ni visitas. Visto un chinorri, vistos todos.

4.- Cuando Éric tiene moquetes/tos/catarro los pasa a pelo, pero no pisamos la consulta (a no ser que haya fiebre o algo raro, claro). Porque como buen hermano pequeño, se lleva para él los virus que su bro le trae del cole. Toditos para él. A granel.

5.- Con Óscar recuerdo poner coladas solo con su ropita, con Norit y tal. Con Éric todo va junto, la nuestra con la del bro (que viene del cole como si viviera cada día una Tomatina, me no entender). Todo junto, ahorrando energía (y tiempo).

6.- Además el angelico sobrevive con más manchas encima que su hermano a su edad. ¿y sabéis qué? Pues que no pasa nada. Vamos a dar prioridad a lo que la tiene, y un pantalón manchado de pera, no lo es. (Aunque luego descubras que la puñetera pera es radioactiva y la joía mancha es impertérrita)

Tres cuartos de lo mismo pasa con los baberos. Cartón piedra cuando los echamos a lavar, oiga.7.- Como el gran heredero que es el segundo, Éric ha heredado juguetes, trastos y mordedores del hermano mayor. Como éstos últimos dan cosica, por lo sobados que están, me he permitido el lujo de comprarle un par de ellos nuevos, que ha declinado amablemente prefiriendo usar como mordedor cualquier cosa no homologada para tal efecto, como un paquete de toallitas o el prospecto de un medicamento.

8.- A pesar de haber nacido en temporadas diferentes, Éric estrena poca ropa. Me han dejado mucha, y es tan grandote que le vale la del hermano con 9 y 12 meses. También estiro lo que puedo…

9.- Con el segundo, a partir de cierto mes, una vez todo va rodado, comulgamos con la filosofía punkarra: Pasamos de esterilizar y hacemos purés a ojo, echando a la olla cual Panoramix verduras varias, conjurando para que semejante perolo valga para mayor y pequeño. Recuerdo con Óscar (al principio) ser súper escrupulosa haciendo los purés y las papillas de frutas. Solo diré en mi defensa, señoría, que la primera papilla de frutas de Éric fue de tarrito. En plena calçotada. Pim-pam.10.- Y esto es lo mejor: nos resbala toda opinión, que con el primero era susceptible, como poco, de hacernos dudar. No es que no atendamos a cualquier comentario, no, pero hay opiniones y opiniones. Ya sabéis a lo que me refiero. Pues eso, por el arco del triunfo.

En definitiva, y siempre hablando desde nuestra experiencia, no puedo decir que con el primero no disfrutara, peeeero con el segundo lo estamos gozando como unos locos, sin preocuparnos quizá de si está bien o mal, nos guiamos más por nuestro instinto. 

Así que ya lo sabes, si me ves un poco en la parra, puede ser que esté a mil cosas y aún esté procesando (vicisitudes de un progenitor multitask) o bien que Mojo haya hecho acto de presencia en mi cabeza y le esté dando caña a los platillos. ¡Cero dramas, oiga!

5 frases que toda embarazada debería neutralizar

Porque sí. Hay frases y frases. Y vale que no soy primeriza, y no voy con ese miedo tatuado en la frente, con el canguelo en el cuerpo después de que la prima segunda de tu madre te haya contado su horrible parto de 27 horas con pelos y señales. Pero me vais a perdonar pero hay frasecitas que no hay por donde pillarlas.

Lo curioso es que la mayoría de ellas, por no decir casi todas, son de desconocidas o vecinas -que apenas conozco (bien podría ser una sección del mítico señoras que), que te las sueltan así a bocajarro y yo que soy un poco retarder me quedo como si me hubiera dado un aire, incrédula, ojiplática y muda. Bueno, no siempre, que una tiene su límite, pero por lo general, flipo in colors.

También os confieso que mi estado zen de preñati-gorda-feliz-me-resbala-tó hace de paraguas. Pero la verdad es que no deja de sorprenderme y bien merecía el tema un post.

Estas son algunas de las perlas que me han soltado en este segundo embarazo:

1.- «¿Y ese bombo? ¿Vas a parir ya no???» Frase Top Ten. Una de cada 2 señoras me lo dicen.

  • No señora, me quedan 4 meses majetones por delante…
  • Pues esa tripa no es normal, niña 
  • Usted sí que no es normal -pienso

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2.- Teorías varias sobre los años que tienen que llevarse los hermanos.

Señor, llévame pronto, pienso, cuando en la cola del súper la señora de delante me dice que 4 es muchísimo y lo ideal es entre 2 y 3. Mejor 2 y medio. Y puntopelota.

«Llega tarde, señora, el bollo ya está en el horno»

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3.- ¿¿¿Otro niño???

Sin comentarios

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4.- ¿Y lo buscabais?

No, señora, nos lo encontramos una noche con una botella de Rioja entre pecho y espalda.

¿Qué coño de pregunta es esa????? Esta es la que más locatis me deja.

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5.- ¿Para agosto? Madredelamorhermoso -se santigua como si yo portara la semilla del diablo inside-, ya verás qué mal lo vas a pasar.

Ole y ole.

Gracias por la info, señora. Me lo apunto para comprarme un abanico.

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Así que, amiga preñati, por el bien de tus endorfinas en general y tus hormonas en particular, debes aprender a neutralizar el impacto de estas frases, porque igual las hormonas pueden jugarte una mala pasada y no hay necesidad ninguna de que te amarguen ni mucho menos que te alteres por ellas. Tú a lo tuyo, que Señoras que (opinan) haberlas, haylas, y por todos lados, así que mi briconsejo es, sobre todo si eres primeriza: pasarse todas estas frases por el real toto.

Y ya si tienes mi capacidad de desconexión neuronal (al más puro estilo Hommer Simpson) y eres capaz de visualizar un pedazo de donut relleno de chocolate mientras te sueltan la frase de rigor, liberas endorfinas a cascoporro.

Fácil, sencillo y para toda la familia, oiga.

Pelillos a la mar

Recuerdo como si fuera ayer este post que escribí allá en el 2012, con mi puerperio aún alldente, en mi cruzada contra esa almorrana del infierno que se negaba a irse de mi orto, mirándome incrédula la barriga colgandera post-parto donde podía esconder cosas y con mi pelo fregona en caída libre: https://diariodeunaendorfina.com/2012/07/27/por-los-pelos/

De hecho lo que peor llevé con diferencia de todo este proceso fue precisamente eso, que se me cayera (aún más) el pelo :_(

Por eso me hace especial ilusión la gran acogida que ha tenido mi primera colaboración con Suavinex y el Blog de las Madres Felices y el tema «Pelillos a la mar». Vuestros comentarios contando vuestras experiencias nos animan porque mal de muchas, consuelo de… ¡Madres! 🙂

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¡Gracias!¡Gracias! ¡Gracias! No puedo estar más contenta ^^ 

¡¡No os perdáis la siguiente viñeta!! Una pista… Se acerca San Calentín, Calentón, Chimpón

Un post post-vacacional

Se acabó lo que se daba. Ya estamos de vuelta en los Madriles. Afortunadamente con menos calor. Y puedo decir y digo que hemos podido disfrutar de tres semanitas de vacaciones entre playa y pueblo, y repartiendo amor y espinazos rotos con el gordito que fue echar a andar oficialmente un 3 de agosto y no parar NEVER MORE.

Primero fuimos a ver a los abuelos a Barcelona, después nos escapamos los tres solicos a Rivendel donde la playa es abrazada por las montañas y allá por donde mires todo es verde, y acabamos las vacaciones con los otros abuelos en un pueblo de Segovia donde antes pastaban vacas y ahora ni una buena boñiga encuentras, oshe.

Una maravilla ver la vida pasar al fresco, oigan. Al fresco en Rivendel. Al fresco en las noches del pueblito bueno donde la colcha es justa y necesaria.

Hemos disfrutado como berracos. El gordi descubrió la playa, la arena y las olas, y ya no quiso volverse nunca más a tierra firme.

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Ya podía estar con los labios morados y tiritando que el no y no salía del agua. En algún momento creí verle branquias. Criatura, que forma de retozar en el agua, al más puro estilo del anuncio de Azur de Puig.

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Hemos andado, paseado, corrido… NON STOP! Eso sí, al paso del pitufo, sin prisa pero sin pausa!

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En definitiva, han sido unas vacaciones-vacaciones. Hemos desconectado y sobre todo echado de menos Madrid.

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Os diré que aún estoy atocinadilla, y que voy como a ralentí. Hacía tanto que no estaba taaanto tiempo de vacaciones, que el cuerpo, y sobre todo la mente, se acostumbra rápido 😉
vacaciones_endorfinadas_2013_fotomatonPero es ver la risa de mi gordo y darme un superchute de happypowerfull-tira-pa’lante-como-los-de-Alicante de flipar!! ¡¡A por septiembre se ha dicho!!

Baby Mordisquitos

Supongo que todos los bebés pasan por esa fase que pegan (dar manonazos), pellizcan (éste eso aún no, pero mi sobrina que le saca apenas 6 meses no para de hacerlo) y muerden. Pero lo del gordo es para protagonizar una nueva saga de Crepúsculo, ¡Gensanta cómo muerde! Y además con la cantidad de dientes que luce desde que cumplió el año, tiene una fuerza incisiva, y nunca mejor dicho….

Mi pirañita está desatado y no hay cosa de casa que no haya probado… Y es que claro, si sumamos al hecho de que los colmillos le están saliendo (porque los demás los tiene casi todos), con su ansia viva de serie (esto es, comer con la misma devoción a cualquier hora del día, le des lo que le des), ya os podéis imaginar el tamaño del mordisco que arrea aquí mi amigo. No tiene fin. 25_julio_littleDraculinOs dejo aquí con la prueba del delito… Afortunadamente la huella de los minipiños se ha ido, pero como veréis, el morado es lustroso…

25_julio_mordiscoDecidme, porfaplis, que esta etapa pasa… Y si no es así, contadme, ¿Qué hacéis vosotr@s cuando os hincan el diente? Yo le doy un poco en la boca rollo eso no se hace, pero se descojona en mi cara ¬¬

Todo mi ánimo, fuerza y condolencias a los familiares de la tragedia del tren de Galicia… #ÁnimoGalicia

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Mamitis aguda

Óscar nunca ha sido un niño mimosón. De hecho le agobia que le abraces y le besuquees. Ha salido a la madre, para desgracia del padre que ahí donde le veis es un osito de peluche formato XXL.

Pero de un tiempo a esta parte, con sus 16 meses cumplidos, llevo notando una necesidad imperiosa de mi persona a todas horas. Necesita, como poco, tenerme en su campo visual o sino se queja. Afortunadamente no te monta el pollo, y sus quejidos son de carácter leve, como de ñoñez.

Aún no se suelta a andar, pero de una manita anda ya, y hay veces que lo intenta, pero me temo que sus trece kilazos son poco… ergonómicos. El va pegadito a la pared andando, o moviéndose de mueble en mueble, cual Tarzán doméstico, hasta que en un instante cualquiera, y sin venir a cuento, hinca las rodillas en el suelo cual penitente rollizo, y  alza sus bracitos de medio kilo pidiéndome con más cara de pena que otra cosa, que le cargue, que me mime, que le diga cositas… Como si me fuera a marchar para siempre como la madre de Marco. Criatura.
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Y en esas estamos, que vamos paseando varios con él por la calle, me quedo rezagada hablando y ya está gimiendo por la «sua mamma«…

¡Ah! Pero no creáis que cuando le cargo/hago caso es todo amor y se me queda pegaico cual lapa, que al milisegundo ya quiere volver a bajarse, o pasa tres kilos de mi echando los bracitos a otro@. Vamos que es lo que viene siendo una demanda express. De Pim Pam.

Lo cierto es que se me hace el culete pesssssicola cuando, una vez captada mi atención, me sonrié con devoción supina. Ains… Como diría la NSN, exhalo #suspirosdeamor ^^. ¡Aunque sean de minuto y medio! 😛