El sábado pasado celebramos el cumple de mi sobrina e ahijada Gabriela. 4 añitos cumplía vestida de la princesa Mérida, con una sonrisa enorme y una energía arrolladora. ¡Felicidades mi niña! Qué mayor eres ya… Ains!

Mi amigo Jorge y yo decidimos organizarle su cumple por todo lo alto. Estamos en ciernes de montar nuestra propia empresilla para organizar fiestas infantiles, diseñando carteles, invitaciones, pegatinas, caretas, todo personalizado con la carita del cumpleañer@, decorando el local donde se celebre y haciendo también animación. Vamos, lo que viene siento un 3 en 1.

Empezamos por un taller, algo tranquilito para ir haciendo tiempo para que llegaran todos los niños. Hicimos un supercolgante de macarrones de colores con adornos de diferentes formas que preparé previamente en cartulina. Cuando los nenes fueron acabando, nos los colgamos y jugamos al juego de las estatuas con canciones de Rihanna que a mi sobrina le rechifla. Cuando paraba la música, te tenías que quedar como una estatua de tieso, jijiji.

Después hicimos otro taller de dibujo, donde cada nene tenía que dibujar a la cumpleañera. Mi sobrina, que conoce mis superpoderes con el rotulador/lápiz/whatever, me pidió una princesa, y empezó el desmadre. Tooodas las niñas me pedían a la vez un dibujo de ellas mismas vestidas de princesas. Aquello parecía las rebajas, juas! Menos mal que los únicos tres niños de la party se abstuvieron de peticiones 😛

Después mi compi les hizo perros y espadas con globitos de colores… Adivinad quien pidió perritos y quien espadas 😉

Y ahora tocaba bailar, canciones varias, la BSO de Tadeo Jones, el Pollito Pío, etc… Coreografías básicas, donde lo importante es que el crío participara a tope. Particularmente me lo pasé teta. Recuerdo que entre actividad y actividad, mi padre se me acercó y me preguntó si la Coca-cola que estaba bebiendo tenía ron o qué. Jajajajaja… Yo tampoco entendía de donde salía tanta energía, ¿Me lo contagiarían los peques? ¡Fijo!

Entre tanto, yo no perdía de vista a mi gordito que se lo estaba pasando de muerte con los globos, tanto niño por ahí pululando y tanta gente que le decía monerías. ¡Estaba en su salsa!

Para bailar el Gangnam Style repartimos a cada niño una bolsita personalizada con una careta de Gabs, unas serpentinas, unos caramelos y unas gafitas para bailarlo como es debido. Así que nos pusimos todos las gafas, y Ooooopa, Gangnam Styleee, jajajaja, ay qué risas… Lo genial es que la mayoría de los niños nos seguían superbien! Acabamos chorreando…

Cogimos aire, y entramos a una salita a cambiarnos para hacer el cuentacuentos. Pedí a mi brodel que fuera sentando a los nenes dejándonos un espacio majo para movermos. Y como en Lluvia de estrellas, entré como Sue y salí como La Niña Feroz, jejejeje.

Me flipó salir allí y que todos me miraran con esos ojitos tan grandes y concentrados, esperando que les contara un cuento… Momento impagable.

Y después de presentar a la Niña Feroz, les empecé a contar la historia del Lobito Caperucito, un lobo muy bueno y algo tonto, al que la Niña Feroz lía de mala manera. La idea del cuento invertido nos la dio Leti ¡Gracias amore! Pero el cuento lo escribimos nosotros a nuestro modo, con, no os lo perdais, diálogos en rima 😉

Durante la representación, interactuábamos mucho con los peques y éstos respondían genial. Así es una maravilla. Les podías ver totalmente metidos en la historia. En este punto he de decir que Jorge me ayudó muchísimo ya que él es el actor profesional (y además especializado en los más pequeños), yo una payaseta de andar por casa. Enriqueció el texto incluyéndoles a ellos en todo momento 🙂 ¡Qué grande ere, sosssio!

Fue genial, les gustó mucho (y a los papis también!) y nosotros nos lo pasamos estupendamente! Así da gusto, la verdad… (No os digo nada de cómo caí en la cama… !!)

En fin, una experiencia muy buena que nos encantaría repetir… Así que, ya sabeis, si no sabes qué hacer en el cumple de tu peque, ¡Aquí estamos nosotros para ayudarte!

Haz click aquí si quieres ver el cuento del Lobito caperucito

PD.- Y en el próximo capítulo: Nombre y logo ¡Prometido!… Ya os lo iremos contando, como diría Anser, «Estamos trabajando en ello»