Por fin acabé un trabajillo que tenía entre manos y que me ha mantenido imantada a esta (incómoda) silla de despacho frente al ordenador tres días.

Anoche lo dejé todo finiquitau, así que esta mañana he quedado con mi madre para ir de compras y después ir a comer a casa de mis papis.

No me gusta ir a comprar. Reconozco que me da una pereza mortal, y si he de ir por un motivo importante (como el de hoy: solo tengo un vaquero que me vale, y cuando me siento me lo tengo que desabrochar, ejem… no more!!) tengo que ir con alguien por que ir sola me parece un coñazo… Me parece más ameno ir con alguien e ir hablando, andando… no se.

Antes de estar embarazada, uno de los motivos que realmente me animaba a quedar con amigas para ir de compris eran las cañas de después… Aaah, la caña, vieja amiga, ¡Cuánto te echo de menos! Reconozco que ni el jamón serrano, ni gaitas, ¡cañear como dios manda!… (y dejaos de monsergas de la cerveza O,O que os veo venir… No cuela )

El caso es que quedé con ella en la calle Orense para ir andando desde casa y así compensar mi encierro doméstico y mover un poco el cucu, que no me viene nada mal.

Lo primero que quise comprar fueron leggins, que reconozco que en invierno me los pongo mucho con camisolas y demás, pero claro, esta vez me los tenía que comprar con la curvatura para el huevo kinder. En HM los había visto así que allí que fuimos. Aproveché a comprar medias de premamá (tengo faldas que así uso tb), y mi madre se vino arriba cuando descubrió una serie de jerseys corte imperio que le parecieron estupendos y maravillosos.

Yo le dije que entraba al probador con demasiadas cosas, pero nada, ella insistía.

Me trajo un vestido como de lana mu chulo, los jerseys me estaban muy bien, pero le dije de quedarme con uno, y ella me dijo que cogiera una para ahora y otro una talla más grande pa cuando sea una bola de carne con ojos.

A la salida vi una chaqueta color marron marron sin botones (ideal pal crecimiento tripal) claro que me gustó, así gruesa, mu mona, me la probé y lo cierto es que parecía que tenía mi nombre…

Es lo que tiene ir de compras cuando no vas never, que todo te parece bonito… El caso es que yo le dije de pagar parte por que se empeñó en pagarlo todo. Bueno, que ni se me ocurriera, con los gastos que voy a tener, bla bla bla, que ella quiere comprarmelo y punto. Que es la abuela y no hay más que hablar…

«Déjame al menos invitarte a un zumo» (mi madre es supernatural, con un café nunca la atraerás, con un zumo, tal vez) – le digo.

«Que no, que no, que yo no tengo hambre, tómalo tu si quieres» (ella es así de dura de pelar)

con la mia mamma

Fuimos después al Zara que mi madre quería mirar cositas para ella, y de camino pasamos por un Woman Secret que había descuentos, supongo que para atraer a la gente. Y allá que fuimos (con nosotras funciona todo, juas!) Cayó un pijama anchote (y rebajau) para mi y mi futura tripa… Además cayeron un pack de tres calcetos, que con los tomates que tengo en muchos de mis calcetines, podría poner una frutería, juas!

Por fin entramos en Zara, y descubrimos una marabunta de gente allí dentro. Tan solo eran las 12 de la mañana. Damos una vuelta pero a mi madre no le gusta nada. Así que nos vamos a Mango, donde mi madre divisa varias cosas que le gustan. Menos mal que se compra algo, por que ya me sentía mal con tanta bolsa que llevaba yo…

Ya no podíamos más, yo tengo un toque para eso de estar de pie y entrar en una tienda, y en otra, y en otra… así que elevé la bandera blanca de me rindo y nos batimos en retirada… eché un pis (ya no puedo aguantarlo) en un Rodilla, y ea, a volverse caminando hasta mi casa, pillamos el coche y nos fuimos derechitas a casa de mis padres.

Nos metimos mi padre, mi madre y una servidora un plataco de arroz a la cubana que quitaba todo el sentío… Mae mía, ¡¡devoré!! Así fue la siestecica de después (mientras ellos veían «Amar con la tripa revuelta» :P), que me senté en el sofá y no se cómo ni por qué acabé tumbada, sobando, babilla inminente y con una mantica por encima… Mmmh

Así que he abierto el ojo más feliz que una perdiz, vaya… 🙂

Me he venido para casa, eso sí, cargaica como los reyes magos de cositas ricas que me dan mis papis…

Aaaains, qué bien viene un día así…