Y fue volver de la playa y tocarle a la criatura la última vacuna contra el rotavirus (opcional, y en tres fases, al mes y medio, a los 3 meses y a los 6, no entra en el calendario de vacunación de la seguridad social y cuesta una pasta cada dosis) y el pinchazo de rigor de la vacuna de los 6 meses.
Para mi sorpresa, el gordi aguantó el pinchazo que le arreó nuestra agria enfermera del centro de salud, que solo fue uno, no como los tres anteriores (repartidos en 2 en un muslito y uno en el otro). Me miró rollo «qué pasa?» pero no llego ni a llorar, creo que solo juró algo en arameo, que imagino que venía a decir «mecagüentóloquesemenea«.
Es que el gorrión está hecho un champion!! Y esta vez ni fiebre ni na… No se si llamarle Óscar o Patxi, cagüenlamar...