Mi madre está totalmente volcada conmigo preguntándome qué como y que no, y que alimentos no debería comer. Un marcaje en toda regla, vaya.
Después de comer, me quedé traspuesta en la sobremesa viendo la típica peli romántica de Jenifer Aniston, y al final llegamos a casa a eso de las 6 y algo… sin haber hecho nada en concreto, y llegué supercansada. La pereza volvía a apoderarse de mi. Tanto que nos quedamos fritos, los dos,y a eso de las 8 menos cuarto abrí el ojo con una increíble necesidad de aceitunas rellenas de anchoa.
Empezamos con los antojos.
Así que nos preparamos otro aperitivo, que se convirtió en mi cena: aceitunas rellenas, mejillones en escabeche, berberechos y patatas fritas. toma ya.
Yo al memos estaba llenísima después y lo único que comí antes de acostarme fue un yogur, ¡¡pero mi chico se zampó un puré de mi madre de por lo menos litro y medio!! Creo que él es el que se está tomando en serio lo de comer por dos… o más bien diría por tres. por que, joder… 😛