Estoy andando un montón. Cada vez que puedo ir a algún sitio caminando, lo hago. Lo que pasa es que últimamente cuando subo cuestas y/o subo escaleras, o ando a mi ritmo habitual, sufro de unos calores infernales, me sofoco muchísimo, y a veces incluso tengo que pararme por que parece que he participado en un marathon, que me ahogo, vaya.
Si no estuviera embarazada, diría que estoy mayor…
Supongo que es normal.
Está bien caminar, pero el ritmo, claro, he tenido que bajarlo (solía andar a zancada libre), pero muchas veces se me va la cabeza, me acelero y claro, acabo walking dead, llego a casa pareciendo un zombi, con los carrillos rojos, el pelo empapado, la respiración acelerada y la mirada enajenada… y el peque encajado ahí abajo, presionando los ovarios y moviéndose más que la compresa de una coja… Vamos, una fiesta 😛
Hoy he ido a llevar el dichoso volante al curso de la preparación al parto, y he aprovechado que el día ha amanecido encapotado y con amenaza de lluvias para estrenar mis superbotas de agua. Más bonicas, de buhitos… Llevaba detrás de ellas desde el año pasado, y esta vez me he dicho, «enga! un caprichín!!» y la verdad es q son la mar de cómodas!! a la par que me encantan ^_^
Por cierto lo del pis es tremendo… Si al principio no paraba, ¡ahora es mucho peor! estoy cada dos por tres que me meo, y parece que es una barbaridad, y después voy al baño y na, goticas tontas… aaains
Camina pequeño saltamontes…con botitas de agua!
Me gustaMe gusta