Aaaaains que mi chico se está sacando el carnet de conducir… Aún no me lo creo, ¡¡Qué orgullosota estoy de él, maaare!!
Durante el tiempo que llevo con él, todo el mundo le ha dado el soberano coñazo con aquella cantinela de «joe, macho, a ver si nos sacamos el carnet, que ya tienes une edad..» y él capoteando elegantemente los comentarios arguyendo que no necesitaba el coche para nada. De hecho cuando vivía en BCN su medio de transporte era la bici. Cuando me planteó traerla aquí para ir hasta el trabajo sobre ella, mi cara se lo dijo todo (traducción de mi cara: «no quiero que mueras en un carril bus por ahí» que también se podría interpretar por un «WTF??? Cuantas bicis ves tu en madrid?? Los matan a todos!! las bicis son para el finde y a ser posible, campo abierto«). Así que con el metro, el angelico mío, se bastaba y se sobraba (aunque al principio se perdió un poco hasta dar con su parada. El metro de BCN es diferente, ojo que mi churri no es monguer).
Recuerdo las veces que mi hermano le decía al pobre (mucho antes de estar embarazada, claro): «Tío, me imagino a mi hermana preñadísima, con un bombo brutal y ella conduciendo el coche hasta el hospital y tu hiperventilando al lado, juas!«. Mi chico le respondía que entonces cogerían un taxi y santas pascuas. Pero mi hermano seguía pinchando. Mi brother usa la misma táctica que los vietnamitas usaron contra los americanos en la guerra de vietnam: la del desgaste. (A mi me repetía semanalmente que se me estaba pasando el arroz). Es un cansinaco Premium.
A mi la verdad es que me daba igual. Si se lo sacaba, estupendo; que no, pues es una elección suya.
Pero llegó el día D, que ahora mismo no recuerdo con nitidez absoluta, en el que me dijo que iba a hacerlo: «Me voy a apuntar a la autoescuela en septiembre». Ole, ole y ole. Se apuntó con un compi de trabajo, por aquello de ir juntos y de hacer más ameno el puto coñazo de hacer tests hasta que te sangren los ojos.
Para mi sorpresa se lo tomó super en serio. No había tarde que no fuera a la autoescuela, y no había noche que no se fuera a dormir sin que se hiciera todos los tests del tema correspondiente a ese día. Brutal. Yo nunca había visto una entrega igual (comparado conmigo, que soy dejada hasta el extremo…). De hecho me hacía a mi preguntas, y antes de responderlas le avisaba que fijo que catearía, yo y media España con el carnet de conducir, vaya.
Tuve que aguantar algún comentario al volante del palo «te has puesto en mal carril para girar a la izquierda«, típico del que ahora interpreta la calle como un conjunto de señales listas para ser obedecidas. En fin, no voy a negar que tenía razón, pero ya le dije que una cosa es lo que ponía en el código de circulación de los osos amorosos y otra la puta jungla de Madrid encabezada por los taxis que se creen en West Side Story y se creen que todos los carriles son suyos, ignorando los intermitentes, con lo bonicos y divertidos que son.
En fin, que mi churri, como imaginareis, a ese ritmo de test diario, se presentó al teórico y aprobó. Un crack. Y la semana pasada empezó las clases prácticas. Dos diarias. Antes de entrar a trabajar. Se mete unos madrugones el angelico mío… Me despierto con él en solidaridad supina, y para asegurarme que se levanta, claro.
Lo que más me flipa es lo ilusionado que va a sus clases. Los primeros días acojonado en el coche, siendo incapaz de concentrarse en los mandos y en lo que ocurre en la calle a la vez… Esto es lo que me cuenta, claro, que daría lo que fuera por verle por un agujerito… Me cuenta emocionado cuando ha alcanzado la cuarta velocidad, cuando se le cala, la aprensión que le dan las rotondas «son jodidas que te cagas«… en fin, que me lo como cuando me viene tan emocionado.
Me gusta imaginarme dos escenas diferentes cuando me cuenta las historias del coche:
Lo cierto es que me encantaría verle al volante… Se que queda poco para ello 😉
Jajajajaja yo tb estoy super orgullosa de tu churri!
Me reconozco una de las q le dio el mega coñazo!
Pero q conste q lo he hecho xq TE QUIERO MUCHISISISIMO!
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^_^
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Ya te decía yo que estaba leyendo mi vida, pero un año después! Mi Friki se sacó el carnet a las semanas de saber que iba a ser papá. Siempre estábamos con la coña de que antes de ser padre él tenía que sacarse el carnet y saber nadar, y yo terminar la carrera… en ello estamos! ^^
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Aaaaaaaah, en serio??! Qué fuerte! Vidas paralelas!!! Qué bueno!! Y además tu a tu chico le llamas Friki, y el mío es un frikazo de padre y muy señor nuestro! Claro que una servidora tampoco es que se quede corta 😛
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Todavía voy por la semana 37 de embarazo, pero me hago una idea de tu familia cuando mentas a los caballeros del zodíaco al ver las estrellas y cosas así. Me tienes enamoráh! 😀
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