Como a los padres frikerizos, a nosotros nos pasó igual. Mauri era el «friki» oficial de los dos, el de las nuevas tecnologías, y yo… Bueno, yo le miraba de reojo y le increpaba, recriminándole el tiempo que pasaba admirando el nuevo iPad, instalando aplicaciones en móvil nuevo o escribiendo menos de 14o caracteres en Twitter.
Y es que reconozco que, entonces, no le acababa de pillar yo la gracia a Twitter. Ojo que era yo medio friki ya, las circunstancias que me rodeaban me hacían permeable total al frikismo: mis compis de oficina (ellos en sí mismos son la definición del friki) y mi chico, 24/7. Imposible escapar.
Y sucumbí. Reconozco que Twitter fue lo último que toqué, pero cuando lo hice, le hice la caiditaaarl de Roma por lo menos… Todo empezó por el blog y la necesidad de una cuenta de correo y de twitter para el mismo. Luego al calor de los parroquianos y parroquianas que allí fui conociendo (otros ya conocidos por el blog) aquello me fagocitó, me sumergió en un mundo nuevo que me tenía absorta y totalmente enganchada, he de decir. Una se encontraba con cosas como «te he dejado un DM» y yo ni puta idea de qué era eso, pero lo buscaba, me entregaba… Hasta el punto que Mauri, MAURI, aquel ser pegado a la pantalla del móvil, me dijo un día: «Tenemos que hablar».
Cual yonki, me di cuenta de que estaba enganchada. Antes solo miraba de vez en cuando el móvil y si recibía algún whatsapp me hacía gracia. Ahora, vivo pendiente de los wassales de mis chicas del fondo sur, los pajaritos, del Facebook, del Instagram… Y el blog… OLA K ASE?? Eres del mundo 1.0 o te instalas definitivamente en tu casita de pixeles en el 2.0?
Ains… Me gusta mi mundo 1.0, y también el 2.0. Me gusta charlar con mis parroquian@s tuiter@s, pensar en posibles post, y subir fotos de dibujos al Instagram, pero me rechifla hacer pedorretas en la barrigota de Óscar, fingir que estornudo para que se ría, leer un libro, salir a pasear con mis chicos y tomar fuera el aperitivo, o comer cocido de la mía mamma. Habrá que encontrar el equilibrio, ¿No?
Hay días que creo lograrlo y otros que veo la mirada escrutadora de Mauri y entonces se que me he pasao.
Me estoy quitando… Me estoy quitando… Solamente me pongo de vez en cuando… 😛