Recuerdo que en algún momento Óscar me llamó mamá.
Lo recuerdo vivamente porque son de esas cosicas que le hacen a una especial ilusión.
Qué bonica palabra y qué poco la desgasta el joío crío.
Y es que el gordo tiene a bien hacer economía del lenguaje y usar un par de palabros para designar lo que necesita. Aunque ultimamente nos vas sorprendiendo con más.
– Jo, el peque solo dice papá… – me quejo lastimeramente al padre con un puntico de celos, pa que nos vamos a engañar.
– Sí que te llama.
– ¿Ah sí? ¿Se lo has escuchado decir?
– Ah, no, es que él dice papá para referirse tanto a papá como a mamá.
Mi cara:
– ¡En serio! – insiste el padre – El otro día por la mañana estaba buscándote por la casa al nombre de papá…
No os negaré que me tranquilizó la explicación, aunque parezca peregrina.
Claro, así pasaba que todas las tardes cuando llegábamos a casa, decía papá cansinamente, y después me regalaba miniabracitos, ¡Era yo! ¡Me estaba llamando y queriendo! Ooohh… mi pequeño gordito cuajado de amoooog…
A sus casi 22 meses, estas son sus palabros y sus significados:
- Ta = Galleta, bizcocho, y casi todo.
- Pa = Pan.
- Papá
- Ma(h) = Más.
- Papiiii = Peppa Pig.
- Eeei = Eli (de Pocoyó)
- Iiiia = Lisa, la nena mascota de su clase
- Ya’tá = Que si ya se ha acabado el papeo.
- Bibí (de bebé) = Su querido e inseparable mono Amelio.
- Aba = Agua.
- Tata = Caca.
- Pipi = Pirindola.
- Nene
- Pupa (esta palabra no la suele usar, nos la oyó decir y de vez en cuando la suelta)
Pero ayer mismo me sorprendió con la palabra estrella, que cuando se la oí decir me partía de risa: No. No creo que sepa su significado (aunque cuando le pregunté si quería bañarse, esa fue su respuesta :S), pero estuvo casi toda la tarde diciéndola, juntando mucho esos morrámenes de forma que casi decía Ñu. Adoreibol.
Aunque sea escaso en palabras (que por supuesto no siempre las dice, es un megamix de lo que le oído decir, pero es parco en palabras por lo general y en particular si estamos con gente -se vuelve mudito), es expresivo como aquí una servidora. Tira mucho de caras y onomatopeyas que suelen ser dos:
– Oh-oh: Cuando sabe que ha hecho una travesura, pone los morritus del No y me mira con los ojos del gato de Srek mientras me lo dice. Tengo que aguantar la risa, os confieso.
– Ooooh: Como en (casi) todo hijo de vecino, esto denota sorpresa. Cuando Óscar ve/oye algo que le sorprende, abre muchos los ojos, y suelta la O alargándola. Exactamente igual que los marcianos de Toy Story cuando se sorprenden.
Y hasta aquí la comunicación del gordo. El resto con señalar con el dedo o hacer una cadena de eeeh larga y contundente (tipo arrullo de paloma), se va apañando la criatura…
¿Y vuestras fieras, qué se cuentan?