Miedo me doy. A veces me vengo arriba y creo que soy una superwoman capaz de llegar a todo. Creo que puedo con trabajo, con el peque, con la casa, con una crema de calabacín que se pueda comer sin cuchillo y tenedor… “Yes, I can”, me susurro, “Yes, I can”, me digo “Yes, I caaaan”, grito cual loca de vida (soltando incluso la risa de malvado mua-ha-ha-ha!).
Y luego “Zaaas, en toda la boca”.
Ese hostión de realidad no viene mal de vez en cuando. Por que una tiene un límite, aunque no lo quiera ver. Y tiene sus despistes.
Ejemplo práctico (y real como la vida «pispa«):
Me levanto, desayuno en un suspiro, el gordo me reclama, voy a por él antes de que se enfade, le cojo, le dejo en la hamaca para arañar unos minutos, pongo una lavadora, contesto un email de curro, mientras repaso mentalmente la lista de la compra, hago el bibe para la bolita -que ya berrea pidiendo mandanga-, se lo enchufo a discreción, cuando parece que se lo va a comer todo, me dice que tururú, le intento sacar un aire y me regala 10ml de leche rejurgitada que huele a rayos y me mancha la falda (eso es algo diario, cuento con ello, oye), le encremo de factor 50 ( y le dejo casi tan blanco como un mimo), le cambio de pañal, le pongo en la sillita, y pa’la calle.
Después de comprar en el súper y en la farmacia (donde te van a hacer un busto de bronce por toda la pasta allí gastada), subo a casa y al sacar la lavadora descubro, ojiplática, que entre las sábanas yace un pañal deshecho. ¡¡Un pañaaal!! Toda la colada como con copitos de nieve. Toda la lavadora por dentro llena de copitos de nieve. Todo lleno de copitos de nieve un uno de agosto (que te hace pensar de qué leches estará hecho un pañal…)
True Story.
Una penica.
¿Cómo me ha podido pasar a mí? preguntas. ¿Y qué esperas, alma de cantarus? Si es que es un no parar…
Después de volver a poner la lavadora y dormir a la bolita (a la que tenido que mojar cual galleta María en la bañera con agua cálida por que viene de la calle cómo si hubiera corrido la Marathon, ¡Gensanta qué manera de sudar!), que despiertan las puñeteras obras de la acera de enfrente y tengo que volver a empezar, me siento a trabajar.
PD.- Para aquel que se lo esté preguntando, no, el pañal no iba cargado. ¿Os imaginais? Me daría un tic nervioso exquisito al borde del ictus… Y la cara del técnico sería para enmarcar, oiga.
PD2.- Y este día aún no ha acabado. Ojito.
Venga tu puedes!!! Son momentos como estos los que nos hacen humanos! 😉
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Aaaasssias salá!! Si eggque no pué ser…
Gracias hermosura!! ^_^
Muaaaa
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Mientras no metas al niño en la lavadora y le des al pañal el biberon….
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Jajajajajaj, ¿Te imaginas? Capaz me veo 😛
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Muy bueno!!!😄😄😄😄
Real como la vida misma…besitos superwoman!!!
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Jejeje, me alegro que te guste, guapa! 😉
Mil besossss
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me lees el cerebro tia!!! que chulililisisismo!!! BESUCHIS PARA TI TU CHICO Y OSCAR!!!!! MUACKS
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Amooore, jo, gracias por comentar, me hace mucha ilusión leeros y saber que me leéis ^_^
Mil besos guapa!! Pa los 3 ;D
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Anda q no!!! Vaya cara se t debió kedar…jijijiánimo!!!! Yes you can!!!!
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Cara de merluza congelada!! Aaains… Cómo va la mudanza??
missU
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tan real como la vida misma…. yo tuve que lavar 2 veces las sabanas 😦
pat
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También te pasó a ti? vaya tela marinera… Llevo toda la mañana intentando quitar celulosa de la ropa, a ver si puedo salvar algo… un rollo!!
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Yo sé de una que sigue haciendo animaladas con la lavadora, hoy he ido al curro con los vaqueros encarnaditos, pero según ella apenas se nota nada…
Besos, muchos
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Jajajajajaa, pobre yaya, no te metas con ella. Seguro que ibas superfashion con esos vaqueros, jajajaja, un superagüelo model-no 😛
Besotes salaaao ^_^
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Bueno mi madre una vez recogiendo ropa sucia de las habitaciones par aponer una lavadora, cogió la camiseta de uno de mis hermanos y la lavó…Cuando fué a tender la ropa vió que también había lavado las gafas!!!
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Jajajajajajaja, ya entramos en la categoría de madres, así que tenemos licencia para lavar de todo, desde gafas a monedas, pasando por Kleenex y pañales XDDD
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jajaja, que levante la mano la superwoman que no ha tenido despistes. Aquí una que metió en la lavadora los protectores de lactancia del sujetador, esos de usar y tirar que también llevan celulosa…Desde ese día me pasé a los que son de tela y lavables, así acaban en el lugar adecuado.
Un besote y felicidades por tu blog.
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Jajajajajajaja, si eggque no podemos llegar a todo!! Aunque eso sí, no cesamos en intentarlo una y otra vez :)))
Muchas gracias!!
Un abrazote
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