Welcome ardor de estómago

Esta mañana he desayunado con una amiga, que ya estaba de vacaciones y he aprovechado a comprar la pastilla de Gestagyn Embarazo, ya que las muestras las había agotado. 20 pavazos. Y vienen 30 capsulas. 20 pavazos para mes, así, pim pam. Con lo tiesa que estoy…

He acabado el storyboard que me había encargado de prueba un tío que contactó conmigo después de enviarle mi portafolio.

Acabamos de comer y tenemos que ver un piso. Y me sobo por los rincones ¡¡Qué sueeeeño!!

El piso es una mierda. Te lo venden como un palacio, por favor, qué pérdida de tiempo más tonta…

Llegamos a casa a las 6, y caigo en la cama como si fuera un cuerpo muerto. Le pido a mi chico q me despierte en una hora, y no solo no lo hace, si no que abro el ojo a las 9!!!

Me levanto con mucho ardor. No tengo na de hambre. Aunque como siempre, al cabo de un rato como. Esta vez dulce.

Nos acostamos a las 12 como si yo no hubiera dormido un siestón de 3 horacas. Tan pichi…

Sobándome por los rincones

Esta mañana he ido con mi padre a cambiar unos regalos que me hicieron que me gustaban regu, y después he ido a comer con ellos (Pili y Mili, usease mis padres gorditos y redondos de ternera).

Mi madre se ha empeñado en darme un paquetico de jamón serrano que tiene una pinta espectacular… Mmmh… Aaaains, me dan ganas de decirle que no puedo comeeerlo!! pero not! hasta el jueves que viene haremos voto de silencio…

Y me sobo… mucho, muchísimo…. Y me noto la piel áspera a pesar de echarme crema (q yo es verano no me la hecho por que entre lo que sudo y la crema, soy como un bloque de grasa con salsa… un asco).

Meando como una vaca

Me levanto muy muy sobada. Esta noche he meado, y como una vaca, tres veces. Cuando me despierto, siento la imperiosa necesidad de mear. Me meo, me meo, me meo, ¡¡y mucho!!

Mientras mi chico se lava los dientes, echo una meada olímpica. Mi cara de gusto y mi sonrisa bobalicona le hacen gracia 🙂

Me voy a poner a vectorizar el dibu. Pero me distraigo buscando pisos de 3 habitaciones. Se me pasa la mañana haciendo esto.

Esta tarde he quedado con un amigo, voy a comprar acrílicos y cositas para dibujar, ¡me apetece! 🙂

Pensando cómo contarlo

Lunes petardo. Mi chico y yo hemos pensando hacer una especie de librito para enviar a sus padres y darles la buena nueva.

El librito consta de fotos de los padres de los dos, de nosotros dos, y al final la ecografía y un dibujo que hice de los dos.

Creo que puede quedar algo chulo y entrañable, y tengo exactamente una semana y media para llevarlo a cabo.

En función de lo que pase el jueves que viene (¿Tendrá latido o not?), lo enviaremos, o no.

Me pongo a limpiar el baño y la cocina como si no hubiera mañana.

Ojalá todo salga bien… queda tan lejano aún el jueves, que no lo pienso, pero necesito que pase ya y me digan que esto que tengo dentro (y he de decir que aun no siento na 😦 ) es de verdad y q por fin puedo contárselo a todo dios.

Me ha gustado mucho como ha quedado el dibu. Lo quiero vectorizar.

Pero antes tengo que hacer un nuevo post para el blog.

Primera cita ginecológica

Ayer fuimos a la clínica ginecológica. Entramos y nos indicaron que esperáramos en la sala de espera. Mi chico cogió una revista de cotilleo, y en apenas un par de páginas nos hicieron pasar. Él me dijo que esperaría fuera, y yo le insistí que entrara. Pero a él le daba palo, y yo no sabía muy bien como iba todo aquello.

Ya una vez dentro, la ginecóloga, que no era la de siempre, repasando mi historial me preguntó que hacia apenas unos meses que había estado allí, y le dije que esta vez había vuelto por que estaba embarazada. Se alegró mucho y yo le dije que mi chico estaba fuera, que si podía entrar. Me dijo que por supuesto con una cara de gran sorpresa. La enfermera salió pitando a por él.

La gine me hizo pasar a la zona del ecógrafo (o cómo se llame) y me pidió que me desnudara de cintura para abajo. Me tumbé, y pasaron la ginecóloga y mi chico.

El punto negro es mi útero, y dentro, el anillo de poder, jajajaja usease, el embrionario 😛

Ella me hizo una eco intravaginal, y ¡ahí estaba! un diminuto anillo embrionario y mi útero de 1cm. No entendía ni jota de lo que me estaba contando (menos mal que iba señalando en la pantalla..), así que mi chico y yo asistíamos atónitos ante aquello que era suyo y que era mío. ¡Que fuerte!

Nos dice que aún es temprano, pero que cree que estaré de 4 semanas y algo, pero que cuando volvamos y sea un embrión podrán pedirlo con más exactitud.

Según mi chico, yo estaba pelin atacada, roja como un tomate, y algo enajenada. Esta es la descripción gráfica de estar flipando, supongo. No me lo podía creer. O sea sí, pero no.

Me dijo que esperáramos a la siguiente cita ginecológica antes de decir que estabamos embarazados, por que en la siguiente eco, el jueves 28 de julio, nos dirán si tiene latido o no, y si ya es un embrión hecho y derecho 😛

Me manda unas pastillas con hierro y otras vitaminas que me van a asemejar a Popeye en cuanto a superpoderes se refiere. Le comento mi intolerancia a la lactosa y me recomienda «Gestagyn embarazo».

Gestagyn embarazo

Reflexiones con endorfinas

No se si es que soy demasiado sensible o bien que estoy flipando aún. Creo que las dos cosas, ya que todo esto me emociona y me estremece a partes iguales.

No me han dado vómitos, ni mareos. Lo único que comparto de estos primeros síntomas son los pechos que parece que me van a reventar de un momento a otro. Los tengo duros, hinchados y con venas azuladas que salen de los pezones como si fueran rayos de sol eléctricos. Y me pesan, ya ves si me pesan; y por supuesto duelen. No se como ponerme para dormir sin que me molesten.

Por lo demás, el sueño lo tengo controlado. A veces me entra modorra después de comer, pero nada que no me pasara antes de todo esto.

He guardado la prueba de embarazo para hacerme a la idea, por que a veces se me olvida. Es como un recordatorio de que a partir de ahora las cosas van a cambiar.

De hecho bajé al supermercado, y el charcutero muy amable me ofreció una bandeja con lonchas de jamón que tenían una pinta deliciosa, y cuando fui a echar mano, la retiré corriendo y el señor charcutero se apresuró a decirme: «come, hija, que es de muestra» a lo que le respondí «Sí, muchas gracias, pero no, no, muchas gracias, es que estoy embarazada y se me olvida«.

Por lo general los cambios me dan vértigo, pero como estoy en una etapa de tránsito, de paso a algún sitio, siento que esto, aunque no pensado para esta etapa, ha venido cuando tenía que venir. Las cosas a veces ocurren por algo.

Por que, aunque no entrara en mis planes a corto plazo, era y es uno de mis sueños: ser mamá. No renunciaría a ello por nada de este mundo. Y la edad y el soniquete molesto de “se te va a pasar el arroz” me perseguía implacable, recordándome constantemente que qué estaba haciendo con mi vida, qué es lo que quería. ¡¡Coñazo de sociedad!!

Pero claro, es que yo lo quiero todo. A la vez. Y eso no puede ser.

Y mira, cuando más me he relajado con el tema de ser mami (y por lo tanto más me he obsesionado con mi lado profesional), toma embarazo. Y cero ofertas de empleo.

Así son las cosas.

En cualquier caso, no me voy a emocionar mucho, que no sería el primer caso de persona que se queda embarazada y lo pierde entre el primer y el segundo mes.

Esta tarde vamos al ginecólogo. Que nos confirme las dos rayitas rosadas del test de embarazado y que me mande los pertinentes análisis coñazo que me va a tocar hacer.

Leo cosas en internet como la toxoplasmosis, amniocentesis y cosas de esas y me da yuyu. Soy una auténtica ignorante en todos estos menesteres.

Mirando cosicas de bebé

Los pechos me van a reventar, y me duelen bastante.

Tengo ganas de decírselo a todo el mundo. Necesidad de contarlo, de ver la reacción de la gente. De mis papis, sobre todo…

Mi chico está igual, se sale del pellejo por contarlo.

Recopilo y recopilo información, ansiosa de saber cosas de un mundo del que desconozco todo.

De rebote, se pequeñas cosas de bebés, por lo que me cuenta mi cuñada y hermano, por lo que he visto y veo en mi preciosa sobrina.

Pero esto que estoy sintiendo es tan… diferente. Me he imaginado embarazada, sí, pero nunca este torrente de emociones, de ganas de gritar al mundo que dentro de mi hay vida. ¡Qué fuerte! vida…

A veces me pongo la mano sobre la tripita, que no es de embarazada, es la mía de toda la vida, y me descubro sonriendo.

Tenemos un secreto

Empiezo a mirar cosas por internet, de bebés, de embarazadas, etc. Me espera un largo camino.

No puedo evitarlo y utilizo una calculadora de bebés que te calcula desde tu última regla, para saber cuando nacerá tu bebe. Tremenda gilipollez por que no tengo que estar necesariamente embarazada desde mi última regla. Pero bueno, estoy aburrida, tengo tiempo y me hace gracia.

Me pone que el 15 de marzo. Piscis. Que guay, me mola piscis, es un signo de agua, como el de mi chico (escorpio)  y el mío (cáncer). Acuatic family… Todo encaja.

Pero luego pienso que en las primerizas generalmente se retrasa en embarazo. Y puede salir un aries. Un pequeño líder mandón, que me pedirá juegos de acción constantemente para estimular su energía. Esto es lo que dice la calculadora, claro.

De los piscis dice que son tranquilotes, creativos y que prefieren juegos educativos.

Nuestro hijo o hija (qué fuerte decir esta palabra) debería de ser piscis.

Soy consciente de que el tema del signo del zodíaco es una chorrada, pero repito: tengo todo el tiempo el mundo, estoy aburrida y con un único pensamiento: Baby on board! que fort!

Voy a comer a casa de mis padres y me muero por decírselo. Pero queremos esperar al ginecólogo para confirmar mi embarazo y no fliparnos de más.

Ojala todo salga bien, pero hay que ser realista.

Es el secreto que más me está costando guardar…

Flipando

Mi chico me abraza recién levantada. Está muy emocionado. Y me emociona a mí, claro. No soy muy consciente, la verdad.

Llamo al ginecólogo que me da cita para el jueves 14 de julio a las 18.15h.

Mi mejor amiga está como loca y me dice todo lo que debo y no debo comer.

A las dos amigas con las que fui al norte cuando me preguntan por mis sospechas les confirmo el embarazo. Ambas dos flipan. Una de ellas se muestra más comedida, la otra se muestra más expresiva. Lo agradezco por que me siento rara, estoy en paro y estoy embarazada. Hoy en día es una pequeña gran incongruencia. Pero la amiga expresiva me dice que todo va a ir bien, y me dejo mecer en sus palabras.

La amiga que más flipó sigue flipando todo el día.

Yo también.

Elemental, mi querido Watson

Volvemos del norte, sin tráfico apenas en la carretera. Una gozada que agradezco enormemente ya que encuentro cansada.

Llego a casa, beso a mi amor, hablamos, y le digo que voy al baño a hacerme la prueba.

En el prospecto explica que tarda en colorearse 5 minutos.

Mojo el cacharro en mi orina, lo saco, me doy la vuelta pa tirar algo a la basura, y cuando me giro (un minuto quiza??) aquello ya se había coloreado. Los dos huecos. De rosa. Pim, pam.

La prueba del delito

Se confirmaban mis sospechas: estaba (estoy) embarazada.

Salgo del baño con el cacharro en la mano y se lo enseño a mi chico. Los dos nos quedamos mirando rollo hola??, como dos ignorantes que flipan mucho mucho mucho y no saben ni que decirse.

Después del momento tonto este, mi chico me sonríe, y se emociona. Yo también, aunque reconozco que estoy pelín ojiplática.

Mi amiga me pregunta insistentemente que pasa con ese test. Le respondo que salió positivo, y empieza a gritar y a saltar y a emocionarse. Me pregunta que como estoy, y le digo que en shock.

Mi chico y yo salimos a celebrarlo. Nos sentimos muy raros, aunque no paramos de sonreirnos, de hacernos carantoñas y de repetirnos “qué fuerte!!”.

Durante la cena hablamos de cómo decírselo a la gente, a nuestros padres… de los cambios que vendrán…

Volvemos abrazados caminando, soñando despiertos, imaginando… y flipando, claro.