La pirámide del amor

Óscar os quiere confesar sus gustos principales, haciendo un mix entre las cosas comestibles y las que no…. (Por cierto, no os conté que hace tiempo que le cortamos el pelo… episodio que da para otro post, porque gensanta, la que nos montó…)

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Un día la frikeriza me dio la idea de organizarlo todo en una especie de Pirámide del amooog, y me pareció muy buena idea, así que, haciendo un resumen (porque son muchas las cosas que le gustan..) estas serían las básicas e imprescindibles en la vida de mi gordo:

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Óscar no puede vivir sin su mono Amelio (Am para los amigos), amor de sus amores, primer amigo y bálsamo oficial de ansiedades, pero he de decir que cuando le plantas un plato de comida frente a sus narices, Amelio es vilipendiado y lanzado a tomar por culo: El papeo es es el papeo. Y punto pelota.

  1. En la cúspide, no puede faltar ni el pan ni el bizcocho de mi tía, casero, sin lactosa y con poco azúcar. Llama a las dos cosas por igual «Pa«. El catalán se va notando: Bizcocho en catalá es Pa de pessic, y pan es pa. Vamos, que la economía del lenguaje de mi gordo funciona a las mil maravillas… No hay día que no repita la palabra «Pa» unas diez veces al día (aunque solo se lo damos una vez al día). Podría entrar en este grupo el pan de molde.
  2. En segundo lugar, los lácteos… ¿A qué niño no le gustan? Es oir la palabra «yogur» y volverse los ojos del revés. Y la leche se la bebe como si no hubiera un mañana.
  3. Es ponerle garbanzos, pescado blanco y/o los guisantes y aplaudir. Sí, lo habéis leído bien. Óscar, como sus tíos (usease, mis brothers), se pone tan contento que canta, bailotea y aplaude cuando le ponen para comer/cenar alguna de estas tres cosas… Y si está todo junto, mejor que mejor.
  4. Su monito. Desde que nació le acompaña en sus juegos, duermen juntos y le profesa amor eterno. El día que nos olvidamos del mono: Drama nacional.
  5. ¿Qué decir de Chewy? Ya lo sabéis todo! Óscar la llama cada día como si por arte de magia fuera a entrar por la puerta de su cuarto (confieso que utilizamos tanto Mauri como yo el nombre de la Chewy como comodín del público para convencer al peque de hacer algo, y ¡Funciona! ^^)… Angelico mío, está deseando verla. Aunque no he sido capaz de decirle que en Barcelona ha conocido al batbaby, churrumbel de la Batmami y ha surgido el amor… Pobre mio u.u’
  6. Y en último lugar, y por este orden: Papi (=Peppa Pig), Mau (= Mickey Mouse) y Boba (= Bob Esponja). No se cansa de verlos en cuentos, en la tele, en muñecos… Puñetero merchandising.

En fin, en general estamos en una etapa en la que ya define muy bien lo que le gusta y lo que no… Y ya ha empezado con la ropa, ¡Ay la que me espera! Aunque por ahora, se deja convencer… ¿Hasta cuando? Continuará

La sonrisa de la princesa

Hoy por ser viernes, estar ya en primavera (y justo el tiempo se tuerce ¬¬) y a un par de días del cumple de la chica más guapa de la promoción de humanistas -chalaos perdidos que estamos todos dicho sea de paso-, os voy a contar la historia de una princesita valiente.

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Para todos los príncipes y princesas que luchan a diario contra BichosMalos con su alegría y su sonrisa.

Y llegaron los dos añitos…

… Con sus rabietas y sus cosicas.

Por lo general, la vida con Óscar es tranquila… Todo va bien hasta que se le cruzan los cables, y por ejemplo, te pide merendar. Y cuando le das la merienda te dice que no, y cuando te la llevas rompe a llorar, y cuando se la vuelves a llevar te la tira a la cara…

Y así nos pasamos cada tarde/noche, que sí, que no, que llueva chaparrón…

Me pongo en su pellejo y ojocuidao que en cierta forma, le entiendo. Le pasa sobre todo entre semana, está cansadísimo de la escuela, irascible y lo manifiesta así. Igual si hablara te mandaba a la mierda y aquí todos tan felices. Pero la criatura solo tiene sus pulmones y su malaleche.

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Lo he probado todo con él: Desde la negociación, al enfado, a pasar de él… A ver si voy a tener que hacer un curso ceac de esos. Joder, qué frustración.

Hasta que llega SuperMau (o debería decir SuperNanno?) y el sentimiento de frustración se duplica. SuperMau no es otro que el padre de la criatura. Llega, se sienta delante de él, le mira a los ojos tenedor en mano… Y el niño va, y come. Es el Chuck Norris de los padres.

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Me deja con la boca abierta. Me rindo ante él, pero ¿Por qué carajo le toma a él en serio y a mi no? ¿Aprovecha mi tripolaridad para colarme el gol por la banda?

Pero también os digo que voy aprendiendo. Poco a poco, porque soy brutica, pero aprendo. Y cada día procuro que no me cuele más balones, aunque aún no estoy en posición de decir que sea la Iker Casillas de las madres ¬¬

Y como hoy es el día del padre, no quiero dejar de agradecer al homónimo su santa paciencia, su saber hacer con el peque, su amor tan inmenso. Me encantaría empaquetarle la sonrisa que brilla en la carita al gordo cuando le ve, o escucha su voz por el pasillo. ¡Felicidades papá! Luego te achuchamos como mereces  🙂  

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De kriptonitas y superpoderes

Dicen que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

También dicen que a quien madruga, dios le ayuda, y esto no lo acabo de ver del todo…

El superpoder que toda madre tiene, que no es otro que sacar fuerzas de donde no las hay, ganas aunque una esté floja, y un empaque que te confirma que antes de la maternidad, efectivamente, eras una ameba unicelular, ese superpoder a veces falla, se cortocircuita, es como si recibiera interferencias.

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Hago trescientasveintitres cosas al día y podría llegar a las trescientas. No se cómo lo hago, pero lo hago. Saco el tiempo de debajo de las piedras. Bueno, no. En realidad no, ese tiempo nunca está debajo de las piedras. Está en restar horicas de sueño para lucir mis ojeras de oso panda al mundo.

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La cosa es que yo me vanagloriaba de este superpoder… Hasta que el Sr. Kripton (*)  me dio un toque maligno y con su barra absorbeneryi me dejó atociná…  Floja, desmadejada y con una única frase en el pensamiento: “Paaaren las máquinas, que no puedo másss

El Sr. Kripton bien puede ser un trabajo de mierda, la ausencia del mismo, un compañero que te chupa la energía, un mal de amores, la apnea primaveral, rayaduras varias, o la misma regla puñetera que aparece mientras vas en el autobús con un vaquero blanco. Mismamente.

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Hay piedrecitas que se cuelan en el zapato o simplemente un estado de ánimo “mordoriano” que te acompaña cual nube de Gárgamel.

Os confieso ahora que nadie nos oye, que a veces fantaseo con un una isla desierta donde vegetar, sola, SOLA y lograr reducir mis pensamientos y preocupaciones a cero. Formatearme enterica. Y volver -siempre hay que volver- con energía, esa que el Sr. Kripton me quita.

Ains… A ver si los dos añacos que se va a marcar aquí mi niño este domingo consiguen darme la recarga que endorfinas que necesito para estar a tope de endorpower!!

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(*)  Sr. Kripton = Mi archienemigo, ladrón de endorfinas. Dícese de un ente que se alimenta de tu cansancio, de tus preocupaciones y de los problemas, generando estados de ánimo de mierda. Ojocuidao con su barra de poder absorbeeneryi que te deja secarrut@ y sin ganas de nadená. 

Bolso de madre

Dícese de un trozotela con asas cargado de cosas (algunas más necesarias que otras) de tal forma que tiene aspecto de minimaleta y pesa como un sacopapas.

En mi caso me he tenido que decantar por el formato mochila porque mi maltrecha espalda jodidamente puede aguantar el peso de semejante carga de un solo lado.

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Y mira que cada semana intento reorganizarlo para liberar su carga, como si detectara el problema (Principio de Diógenes bolsil se llama, sí, soy consciente) y lo atajara, sacando un cuaderno tamaño a5 (“Esto para el parque no me hace falta”), o un biberón de agua –con agua, sapos y culebras -(“Esto para la oficina como que not”), o un estuche de lápices, o… Os hacéis cargo de mi vicisitud, imagino.

Cuando algún fin de semana me da por pasarme a uno más pequeño, reconozco los beneficios de haber echado tantas horas jugando al Tetris: los elementos seleccionados previamente, que vienen a ser los imprescindibles, a saber: cartera, bálsamo labial, paquetekleenex y móvil los encajo con un arte que da gustirrín.

Pero en seguida vuelvo al maxibolso. Ese que arrastraba por la facultad, o por la vida. Siempre bien cargaico, oiga.

Y es que no puedo prescindir de nada en mi mochila mágica donde todo es justo y necesario:

  • Visita inesperada de las musas — Cuaderno y lápices a mano.
  • Dolor de cabeza—Ibuprofeno.
  • Para comprar cuatro cosicas en el súper o chinorri de turno–  Bolsa de la compra de tela.
  • Quedarse sin batería evrigüer — Cargador de móvil.
  • Moco haciendo caída libre — Tres paquetes de pañuelos me acompañan donde vaya (soy una mocosa: rinitis, alergia… cuarto y mitad de ).
  • Peque o servidora con manchas (de tal palo…) — Toallitas húmedas.
  • Que te entra un viruje por el cuerpo y tienes frío — Chaqueta (que te quitaste ayer porque en la oficina tuvieron a bien poner la calefacción en modo Alerta de Fusión, y la metiste, como no, en tu bolso)

Y asín sucesivamente… Pa’un roto y pa’un descosío. 

Bolsodemadre_diariodeunaendorfina_4_marzo_2014

Por si fueran pocas las cosas que se pueden encontrar en mi (Frodo) Bolsón, también pueden aparecer gusanitos aplastados, medias galletas (con sus región de migas), envoltorios de cosas, recibos de compras y de la gasolinera, y kleenex usados.

Cuando me da por hacer limpieza, no deja de sorprenderme mi capacidad urraquil de acumular, y acumular… Ains! Si me pasara eso con los dineros ahora sería rica 😛

Diferencias entre niños y niñas o el abismo de Helm

Que existen diferencias entre los niños y las niñas es un hecho.

Nada nuevo bajo el sol.

Pero entre algunos hay más que diferencias. Hay abismos. Como si vivieran en mundos paralelos donde jamás llegarán a converger, aunque compartan el espacio vital.

No tengo muchos niños a mi alrededor, pero sí los suficientes para haberme fijado en esto, tanto con los sobrinos de Mauri, dos chicos, como con mis sobrinas, e hijos/as de amigos (pocos). Pero mi trabajo de campo se fundamenta básicamente en la relación Óscar/Chewy.

chewy_gordo_27_febrero_2014

Chewy es la hija de los padres frikerizos, como ya sabréis los que me leéis. La criatura en cuestión, a parte de ser un bellezón y simpática a rabiar, es lista la joía a más no poder, espabilada desde bien pequeña y dicharachera. Comparando a Óscar con ella, el gordo parece un trozocarne con ojos.

Es verdad que ella se sale de la media, me da igual en este caso niño o en niña. Es la excepción de las pautas de acción de cualquier niñ@. Habló (palabras sueltas, pero perfectas) y anduvo desde antes del año y siempre ha demostrado tener gran inquietud por conocer, aprender y diría que razonar. Es nuestra pequeña Bob Esponja. Lo absorbe todo (palabrotas included).

En nuestro obsesivo empeño porque se quieran, solemos quedar bastante los padres del portento y nosotros y he podido observar la interacción entre ambos y cómo es el comportamiento de los dos ante los mismos hechos. Cómo reaccionan, cómo aprenden y cómo descubren.

Mientras que Chewy  lo pilla todo al vuelo, repitiendo palabras prácticamente a la perfección, e incluso pudiendo mantener  una conversación con ella, mi gordo apenas responde a su nombre (se lo que estáis pensando: “Jodía, si le llamas Gordo, qué pretendes?” pero no, yo a él siempre le he llamo por su nombre, Óscar ^^).

charlaChewyOski_27_febrero_2014

De hecho entre ellos dos parece que tienen charlas (bueno, ella habla y él mira xD), pero se que Chewy necesita mayor estimulación de lo que le puede dar Óscar. Para compensar, el gordi le da besitos y a veces le intenta abrazar (“Vale, no soy Stephen Hawking, nena, pero conmigo nunca te faltará amoooog”), pero Chewy pasa bastante.

Mientras una ya sabe de liarte y reclamar lo que quiere cuando ella quiere, el otro es un bebote encerrado en un cuerpo de niño grande al que se le distrae fácilmente de su objetivo.

A una no la puedes poner Peppa Pig y olvidarte de niña (porque te mira del palo “Quítame a esta gorrina estúpida, léeme la segunda parte del Quijote”), y al otro le pones Bob Esponja en bucle y puedes irte a hacer pis  y si me apuras, hasta ducharte.

Con una puedes ponerte a dibujar páginas y páginas de maravillosos estampados que bien se podría vender a Ikea; con el otro creo que tan solo conseguirás una línea porque el lápiz acabará mordisqueado y lanzado por el salón a modo de flechas apahoes.

lapicesmachacados_27_febrero_2014

Chewy actúa; Óscar observa pero no toma decisiones, y estando Chewy, por lo general,  hace lo que ella haga.

Chewy se concentra con un libro; Óscar te lo lanza a la crisma.

Óscar sigue usando de forma recurrente el “mmm” mientras señala con el dedo para indicar lo que quiere (hemos vuelto a la etapa de soymudito, las palabras las usa los días de fiesta y los de guardar ¬¬ ), mientras que la Chewy te lo dice a las claras, sin rodeos.

 que ver. Cada uno viene de su planeta, no se si de Venus y de Marte.  Verles juntos es una performance porque según el día, la cosa cambia. Hay días que la Chewy le deja caer algún beso, otros en que ni se miran, y otros en los que el gordo persigue a la Chewy como si fuera la mofeta al gato “Olalá, mon amouuuuug

Mis conclusiones son :

  • Aunque cada niñ@ lleve su ritmo, los niños y las niñas son diferentes. Hay un puñetero abismo entre ellos. Por lo general, ellos más bruticos; ellas más tranquis.
  • Óscar bebe los vientos por la Chewy.
  • Chewy prefiere a los niños de 11 años (confirmado por su madre). Snif...
  • Y que se lo pasan pipa cuando les da por jugar juntos (aunque sea de higos a brevas)

cuores_27_febrero_2014

De percentiles, de dietas y de regalitos de San Valentín

Temíamos que este día llegara. El día D. El día que nos lo pusieran a dieta.OMG

Sabíamos que el ansia viva que gasta nuestro niño y su corpulencia nos podían llevar a este punto.

Hasta su profe nos escribe notas para trabajar la forma que tiene de engullir (que no comer) Óscar... Intentamos, en primer lugar que no meta la mano en el plato, pille un puñado y se lo meta todo en la boca, dedos incluidos (como si no hubiera comido en 3 días, vaya). Y en segundo lugar, y una vez conseguido que vaya de uno en uno, que hasta que no trague el pedazo que tiene en la boca, no vaya a por otro.

notadeprofe_Diariodeunaendorfina_10_feb_2014

Como el chachachá, la culpa fue del percentil. Si hasta hace 6 meses su percentil de altura estaba en 120 y de peso en 90, ahora está al revés. Y vale, que no está gordo porque es alto, pero me han recomendado la dieta simplemente por prevenir. Porque es tan tragaldabas. Porque es un pozo sin fondo. Y porque el joíocrío no quiere repetir verdura, mejor un yogur o una galleta si eso. Y así not.

No es una dieta estricta, es tan solo evitar azúcares extras que no le aportan nada más que grasa. Bien claro me lo indicó el pediatra: si se queda con hambre (que se quedará), que repita filete a la plancha. Si quiere más puré, le das. Que mejor que una galleta, un cuscurro de pan. Pero nada de magdalenas, dulces, gusanitos…

galletasin_Diariodeunaendorfina_10_feb_2014

Se acabó lo que se daba. El pobre mío cuando llegamos del cole entra en la cocina con verdadero desespero. Se queda bien pegado a la despensa rollo «No nos moverán» y empieza la metralleta «Taaa, taaaa, taaa, taaaaaaaaaaaaa» (*) La última «Ta» con más aes para taladrar mi cerebelo y conseguir mi redención con táctica vietnamita.

Como es imposible moverle de ahí sin que arme un pollo y se ponga en plan «Drama Queen«, en lugar de galleta, le doy una tortita de arroz de esas de -45 calorías, hechas 100% de aire, porque eso es ná y menos… Pero funciona, y el pobre se va tan contento a jugar con su cosa de nada… Angelico…

Os confesaré que las dietas estás para romperlas, y a veces nos la saltamos… Solo a veces. ¡Dale a tu cuerpo alegría Macarena!

Y para alegrías el trabajo conjunto que hemos hecho mis Bolenis queridas y servidora para san Valentín. ¡Estoy tan contenta que os lo tenía que enseñar!

PorUnSanValentínEspecial

Si te ha pillado el toro y crees que ya no te da tiempo para regalar por San Valentín,

Si te apetece marcarte un superdetallaco original con tu churri,

Si no tienes churri pero necesitas este calendario monérrimo con nuestra friki in love,

¡Estás de suerte! Este kit gamberrete del amore es la solución, y además ¡Edición limitada!

Y estoy taaaan emocionada que por cada compra que hagáis del superkit del amor, si en el proceso de formalización de la misma, en el apartado de comentarios ponéis esta tontá de aquí abajo de mi parte, nos marcamos un regalito extra!!! OLE QUE OLEEE

Haz click sobre la siguiente imagen (y acuérdate de la superclave ultrasecreta para tu regalito ^^):

Clave_SanValentin_HermanasBolena

¡Ya estáis tardando! ¡Y que viva el amoooog!! 

(*) Ta = Galleta

Operación Encamado

No os negaré que cuando le pusimos la camita a Óscar, algo me pellizcó el cuore. Muy levemente. Plim, plam. Al hilo del post anterior, se confirmaban mis sospechas: mi peque crece, se hace mayor.

pellizcoenelcuore_Diariodeunaendorfina_6_feb_2014

Me vais a perdonar este puntito ñoñete-melancólico- sensiblero. Es que es un paso muy importante, no se si más para él o para mí. Es la constatación de que la bola cárnica, mi gordito, pelotita, mi osito, es un niño. Óscar ya no es un bebé y tiene su propia identidad. Y este hecho reforzará su autonomía. Cosa que apoyo (y apoyaré) por encima de todo. Que de madre coraje me ha quedao eso, osshee.

Su primera siesta allí duró dos horas, que no está nada mal. Al acostarle nos miraba raro, se removía un poco, del palo, qué mierda es esta. ¿Y mis barrotes?. Era un gran cambio, pero fue bajar la persiana, y el pobre mío se tumbó  boca abajo con su inseparable y tiñoso mono Amelio, y ni moverse, oshe. Más bueno… A las dos horas salía de su cuarto, sonriente, con los mofletes coloraos, mono colgando de su manita mediante, rumbo a la cocina. Había hambre.

La primera noche fue bastante bien. Claro que era tarde y estaba reventado. Minipunto positivo. Temía que se levantara y se fuera al salón a montarse su after party: a parte de abrir puertas y encender luces, sabe encender la tele sin mando, subirse al sofá y porque la despensa y la nevera está muy alta para él que si no se hacía un bocata. (El iPad lo tenemos a buen recaudo que se enchufa él solo el YouTube y se pone a ver Paaapi (=Peppa Pig) o Bobaaaa (=Bob Esponja), muy selfservisss todo…).

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Pero no, a las 9 de la mañana, se bajó de su camita directo a la cocina (de nuevo…), y como no había pululando por ahí ningún humano que le pudiera dar papeo, se fue al salón, donde después de echarnos una gran sonrisota matutina, nos cogió de la mano y nos llevó a la cocina. Mensaje captado: Óscar quiere desayunar.

Parecía que la Operación Encamado iba bien, hasta el día se arreó una leche fina fina filipina. Tenía que pasar… Le calmamos, le hicimos mimitos, nos hizo besar a todos los muñecos que con él colechan y le volvimos a acostar pero quedándonos ahí con él, para que no le cogiera miedo a aquello. Nada como experimentar para que no vuelva a ocurrir (cruzo los dedos).

Por supuesto también hay noches en las que quiere juerga flamenca y se levanta trece veces abriendo puertas y presentándose en el sofá con sus gritos de guerra que suelen ser «Paaapi»«Bobaaa»… 

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Y bueno, parece que poco a poco la cosa marcha… Flipo con su capacidad de adaptación a los cambios. Lo mejor sin duda son las posturas que nos regala, jajajaja, un crack del contorsionismo aquí nuestro niño: Cabeza encajada en el minihueco que hay entre la barrera y la cabecera; hecho un higo sobre la almohada; relajando la circulación con las piernas en alto… Me desorino.

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Desmontando a Óscar

A mes y medio de cumplir 2 añazos (ay dios mío que me mareo y de pensarlo…) Óscar va forjando día a día su carácter, va a aprendiendo de las cosas más inverosímiles, y a aunque a veces parezca que está en la parra, se queda con todo, el joío crío.

Así que, si me lo permitís, voy a hacer una ficha de aquí mi churrumbelillo.

desmontandoaOscar_30_enero_2014

Es tímido y vergonzoso. Conforme fue creciendo, se fue haciendo tímido (sobre todo cuando empezó la guarde). Recuerdo cumpleaños infantiles pegado a mi pierna (y al bol de gusanitos ¬¬).

Se que no me creeréis pero aquí una servidora de pequeña era una tímida enfermiza, de las salían corriendo cuando le hablaban… Luego maduré (o no xD) y ahora no me da vergüenza casi.

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Es un niño sociable. Pese a su timidez, le gusta jugar con otros nenes, y comparte con ellos los juguetes y (very important) hasta los gusanitos, que eso lo he visto yo con mis propios ojos. Aunque las algarabías de gente tipo fiestas le agobian un poco.

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Es tranquilo por no decir que es un oso pardo (sobre todo en cuanto a dormir), aunque tiene sus momentos Atila-arraso-por-donde-paso. Como niño que es tiene su buen saco de testosteronas, y si hay que lanzar el mando a distancia a tomar por culo, se tira y punto. No hay dolor. No hay miedo.

Es un tragón. Pero esto ya lo sabemos todos 😉

Es maniático, como su padre. Con los cuellos de las camisetas, con los gorros, con las chaquetas… Parece que todo le molesta. No ha nacido nadie que le doblegue para calzarle un gorro y que dure más de 5 minutos en su testa rebelde.

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Es orgulloso y empecinado. Si algo no sabe hacerlo y le intentas enseñar, no le suele gustar. Hace como que pasa de ti y cambia de juguete, pero en cuanto te largas, vuelve a intentarlo él.

Es asquerosito y a la vez mu relimpio. Coge el plátano con verdadero asquito (usa dos dedos (pulgar e índice) y el resto bien estirados, rollo que ninguno más se contamine). Si se mancha las manos con restos de puré, o se le cae el moco, te viene raudo y veloz a buscar desde la otra punta de la casa para que le limpies.

Es cariñoso. Cosa que antes no era, vamos que me hacía la cobra. Ahora no, de vez en cuando (tampoco os penséis que esto es la Casa de la Pradera) me planta unos besos que vienen precedidos por un «Mmmm» que, ahora que no me oye, os confesaré que me dejan lela. Lo único que los besos que le doy tengo que dárselos por igual al mono Amelio, amigo fiel,  inseparable y baboseado, su querido amigo del alma. Drama es el día que lo metemos a la lavadora…

besaalmonomami_30_enero_2014

Este es a grandes rasgos mi gordo relleno, cada vez menos bebé y más niño (16 kilazos y 88 cms de miniser). Me encanta descubrirle nuevas palabras,  jugar con él a tirarnos la pelota, y sobre todo a hacer bailes delante del espejo, hemos descubierto que le chifla! Y lo que más me gusta es cuando le pillo mirándome embobado y me echa unas sonrisas de Ops, pillada, se pone rojete de vergüenza y baja la mirada y…

Esperad que limpio el teclado de baba, a ver, un momento… ya.

Sí, pa’que nos vamos a engañar, toy chocha perdía con mi rollito de carne. Sin duda está en una etapa realmente divertida, me sorprende cada día con algo nuevo, sobre todo esas charlas en su idioma. Me río muchísimo con mi miniyo (que cada vez es más minimau) ^^

Miércoles mudo: Entrevista en Monita Salero ^^

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